Su oportunidad para una vida sana

1) Salga al aire libre

La exposición al aire libre le permite apreciar la belleza de la naturaleza, aumenta la producción de vitamina D, puede mejorar su estado de ánimo y reducir la depresión estacional. Mientras estés fuera, recuerda usar protección solar y evitar la exposición excesiva al sol para reducir el riesgo de cáncer de piel.

2) Muévete

Aunque todavía no hemos visto un titular de prensa que diga «Hombre asesinado por el sofá», sin duda le conviene levantarse del sofá y realizar alguna actividad física con regularidad. Empiece despacio y no se exceda, pero añada algo de movimiento o ejercicio a su rutina diaria. Incluso tres periodos de 10 minutos de actividad al día pueden tener beneficios positivos para la salud. Treinta minutos al día, de cuatro a cinco veces por semana, es incluso mejor.

3) Aliméntese bien

A estas alturas todos deberíamos saber que una dieta constante de pizza y helado no es suficiente. Aunque muchas dietas son poco saludables y no resultan eficaces a largo plazo, la premisa básica de seguir una dieta baja en grasas y calorías y rica en frutas y verduras se mantiene como un enfoque saludable. Recuerde también beber mucha agua para asegurarse de que su cuerpo se mantiene adecuadamente hidratado.

4) Duerma bien

Un sueño profundo y reparador es casi como un elixir mágico para mejorar la salud, ya que puede ayudar a evitar el aumento de peso, reducir el dolor, mejorar el estado de ánimo y reforzar el sistema inmunitario. Siga unos consejos básicos de «higiene del sueño», como mantener un horario de sueño regular, reducir el consumo de cafeína por la noche, mantener el dormitorio oscuro, tranquilo y fresco, y no acostarse a menos que tenga sueño.

5) Relaciónese con los demás

Tener amigos y familiares que le apoyen es bueno para usted en más aspectos de los que imagina. El apoyo social reduce el aislamiento, proporciona una sensación de seguridad y mejora los sentimientos de autoestima. Las personas con un sistema de apoyo sólido también son menos vulnerables a la mala salud y la muerte prematura, y afrontan mejor el duelo, la pérdida del trabajo, la enfermedad y otros factores estresantes.

6) Un poco de soledad

Igual que es importante estar con los demás, también lo es pasar tiempo a solas con regularidad. Recargue las pilas mediante la meditación, la reflexión, la oración, el yoga u otras técnicas basadas en la atención plena. También puede dedicar su tiempo privado a escribir un diario, a la creatividad y a otras aficiones o intereses que le proporcionen placer y satisfacción.

7) Ríete un poco

No hay nada como una buena carcajada para sentirse mejor. Hay muchos beneficios documentados de la risa para la salud, como la disminución de la tensión arterial, el aumento de la respuesta inmunitaria, la reducción de las hormonas del estrés, la relajación muscular, la mejora del humor y la reducción del dolor. Así que vea su comedia favorita y déjese llevar por la risa.

8) Un poco de gratitud

Dé las gracias por las personas y las cosas de su vida que le aportan alegría, satisfacción y amor. Lleve un diario de gratitud en el que anote regularmente las cosas por las que está agradecido. Esto puede ayudarle a sentirse más feliz, mantener la perspectiva y aprender a apreciar más plenamente lo que realmente importa.

9) Dedíquese a aprender

El aprendizaje permanente es bueno a muchos niveles. Puede ampliar sus conocimientos, mantener la mente activa o simplemente mejorar sus posibilidades de ganar concursos de trivialidades. Leer está muy bien, pero recuerde que los audiolibros y los podcasts le abren las puertas al aprendizaje mientras se desplaza, viaja, hace ejercicio o espera una cita.

10) Sea más positivo

¿Está el vaso medio lleno o medio vacío? Está demostrado que un punto de vista positivo es bueno para la salud en muchos sentidos. Los optimistas tienden a ser más felices, a estar más sanos, a vivir más tiempo, a tener relaciones más satisfactorias y a tener más éxito en el trabajo, los estudios y el deporte. ¿No es optimista por naturaleza? Es una habilidad que se aprende con un poco de práctica regular.